En un reciente taller de «Lenguaje en el Cosmos» organizado por METI (Messaging Extraterrestrial Intelligence), con sede en San Francisco, como parte de la Conferencia Internacional de Desarrollo Espacial de este año, los participantes abordaron un gran tema: cómo comunicarse con alienígenas inteligentes, y si «nosotros» seríamos capaces de entender «su» lenguaje.
Varios oradores se mostraron optimistas en cuanto a la posibilidad de que así fuera. Dos presentaciones, una con Jeffrey Punske de Southern Illinois University como primer autor, y la otra con Ian Roberts de la Universidad de Cambridge como primer autor, plantean el argumento de que existe una gramática universal de las lenguas en la Tierra, y que esta gramática debería extenderse a las lenguas extraterrestres, especialmente en su sintaxis.
Gonzalo Munevar de la Universidad Tecnológica de Lawrence fue más pesimista. Especuló que los extraterrestres tendrían cerebros diferentes (¡si es que tienen cerebros!) y por lo tanto podrían percibir y conceptualizar su universo de maneras que permanecen para siempre misteriosas para nosotros, o para cualquier otra especie alienígena.
Su escepticismo parece estar en orden, teniendo en cuenta que los humanos todavía no estamos cerca de comprender plenamente a otras especies inteligentes de nuestro planeta, como los delfines, a pesar de que estamos estrechamente relacionados con ellos. Y no se espera relación alguna con una especie alienígena.
La idea de usar las matemáticas como un lenguaje básico común fue elaborada en una charla por Douglas Vakoch de METI. Pero este enfoque tradicional tampoco es infalible, como lo demuestran las investigaciones realizadas por Rebecca Orchard y Sheri Wells-Jensen de la Universidad Estatal Bowling Green sobre las interpretaciones del Disco de Oro de la Voyager. La grabación, ahora destinada al espacio interestelar en dos naves espaciales, incluía sonidos e imágenes destinados a retratar la diversidad de culturas de la Tierra en una civilización alienígena. Pero incluso antes de su lanzamiento, había dudas sobre si una civilización alienígena sería capaz de interpretar el mensaje correctamente. En su charla, Orchard y Wells-Jensen mostraron varias maneras en las que podría ser malentendido. Si confunde a los humanos, uno sólo puede preguntarse cómo lo interpretarían los extraterrestres -que no tienen un trasfondo cultural común con nosotros-.
Por supuesto, la respuesta a nuestro dilema puede depender de cómo ocurra el primer contacto. Si esto ocurre a través de la comunicación a larga distancia, preferiría el enfoque matemático de Vakoch, al menos al principio. Con el tiempo, sin embargo, tendríamos que ir más allá. ¿Cómo podemos expresar emociones o sentimientos matemáticamente? El lenguaje tiene un mayor potencial para transmitir sentimientos, pero viene con sus propios problemas. Los malentendidos son comunes incluso entre hablantes de inglés de diferentes culturas.
Quizás ni las matemáticas ni el lenguaje serían adecuados. Entonces, ¿cómo lo haríamos? Nos encontramos en una coyuntura en la que tenemos más preguntas que respuestas. En la película «Llegada» de 2016, la heroína, una lingüista, es capaz de comunicarse con los extraterrestres visitantes, después de muchas dificultades. Si ese día llegara, tendríamos que encontrar soluciones, probablemente utilizando el lenguaje, muy rápidamente. Por lo tanto, este tipo de taller es muy necesario para evaluar en qué punto nos encontramos desde el punto de vista científico. Y puede que necesitemos la respuesta antes de lo que pensamos.
Fuente: airspacemag.com
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