El trabajo de inteligencia de una carrera para el gobierno de Estados Unidos me ha enseñado una lección clave: la seguridad nacional es muy parecida a jugar una partida de ajedrez. Tienes que anticiparte a cada movimiento de tu oponente para mantenerte un paso por delante.
Revelar su estrategia será usado en su contra. Pero si reconoces ciertas oportunidades, puedes ganar el partido.
Cuando dirigí el altamente sensible Programa Avanzado de Identificación de Amenazas Aeroespaciales (AATIP) del gobierno, trabajé con un equipo para evaluar si una pieza de ajedrez en particular – en este caso en forma de una tecnología aérea desconocida – era una amenaza para nuestro lado del tablero de ajedrez.
Si lo era, teníamos que saber cómo contrarrestarlo.
Dado que el Gobierno considera que los fenómenos aéreos no identificados (UAP) son un posible problema de seguridad nacional, son secretos por necesidad. No quieren revelar ninguna información a un enemigo potencial.
Digamos que la persona que aprendió a usar el fuego por primera vez nunca lo compartió con la siguiente generación, o que la persona que inventó el telescopio lo tiró cuando terminó de usarlo. ¿Qué pasaría si el creador de la rueda decidiera que es demasiado laborioso para que otros lo construyan y decidiera: «Olvídalo»?
Como especie, estamos destinados a evolucionar. Y necesitábamos esos avances para llegar a donde estamos hoy. Reportes de extrañas naves con propiedades aparentemente inexplicables han estado circulando dentro del gobierno de los Estados Unidos durante al menos 70 años, lo que sugiere que no está desapareciendo. Hay «algo ahí fuera».
Desclasificar cierta información acerca de los UAP y compartirla con el público podría conducir a nuevos descubrimientos tecnológicos, nuevas formas de investigación médica y una visión más amplia de cómo la humanidad entiende la realidad.
Aquí está el por qué:
Un gobierno debe asumir que cualquier cosa es una amenaza hasta que se demuestre lo contrario.
Al determinar si una entidad desconocida es amiga o enemiga, el gobierno de Estados Unidos considera factores como las capacidades, las intenciones, las vulnerabilidades y la explotabilidad. Una mirada más de cerca a estos factores revela lo poco que se entienden los UAPs.
Los avances en nuestra comprensión de la física a nivel cuántico han ayudado a arrojar una débil luz sobre la ciencia potencial detrás de los UAPs. Pero estos avances también nos han demostrado que los UAPs también tienen un conocimiento técnico superior.
Si estas capacidades cayeran en manos de un adversario extranjero, sería un factor decisivo para el cambio de juego.
Del mismo modo, las intenciones de las UAPs no nos han quedado claras en este momento. Podría haber varias razones para su presencia, que van desde la curiosidad pacífica hasta una sonda para la preparación del espacio de batalla. Las posibilidades son numerosas.
Sin embargo, las vulnerabilidades del UAP siguen siendo un completo misterio. Algunos han planteado la hipótesis de que existe una correlación entre los UAPs y nuestras capacidades nucleares, mientras que otros han sugerido que los pulsos electromagnéticos generados por la energía nuclear son una debilidad potencial.
A pesar de todo, todavía no sabemos realmente qué vulnerabilidades pueden tener las UAPs sin especular. Ahora mismo, nadie lo sabe.
Desde la perspectiva de la seguridad nacional, la explotación es el santo grial de los esfuerzos. Es fundamental determinar si la tecnología UAP podría ser objeto de ingeniería inversa y utilizada en nuestro beneficio, pero no podemos explotar dicha tecnología a menos que la entendamos primero.
Cuando se trata de UAPs, Estados Unidos sabe menos de lo que debería, y quizás mucho menos que nuestros adversarios.
Las recompensas potenciales superan a los riesgos.
Siempre hay un riesgo cuando se trata de comunicar al público cuestiones de seguridad nacional. Pero es subjetivo. La importancia de ese riesgo depende de a quién le pregunte.
Si le preguntas a un líder militar, por ejemplo, ellos dirían que el secreto gubernamental sobre los fenómenos aeroespaciales avanzados es crucial porque quieres evitar transmitir tus capacidades e intenciones a tu enemigo potencial.
Un político vería las UAP de forma completamente diferente. Pueden preguntarse: «¿Es esto algo que los votantes potenciales necesitan saber, o el ocultarlo hará que mis electores pierdan la fe en mí? ¿Cómo afecta esta discusión a los votantes y mi capacidad de representarlos?»
Una figura religiosa, por otro lado, probablemente estaría más preocupada por las implicaciones religiosas y filosóficas que las UAPs podrían tener en su fe.
Existen innumerables ejemplos a lo largo de la historia de individuos que desafían los sistemas de poder imperantes con ideas científicas radicales.
Cuando Galileo le dijo a la iglesia hace cientos de años que la Tierra no era el centro del sistema solar, por ejemplo, casi lo matan por ello.
Como alguien sin una agenda política o religiosa, soy libre de decir que las recompensas superan los riesgos en esta situación. Por ejemplo, en diciembre de 2017, nuestro equipo de To The Stars Academy of Arts & Science ayudó a publicar material militar de los UAPs. Ningún gobierno implosionó, ninguna religión se disolvió.
Al igual que Galileo, nuestra misión es simple. Recopilar y difundir la verdad sobre lo desconocido. Mientras los riesgos no comprometan la seguridad nacional, las recompensas pueden beneficiar a todos.
Las verdades científicas ayudan a impulsar a la sociedad.
En este punto, no hay duda de si los UAPs están ahí fuera – lo están. La gente puede elegir entre seguir viviendo con la cabeza enterrada en la arena o adoptar un enfoque proactivo del fenómeno.
Hace siglos, cuando la humanidad se paró a orillas de una playa y contempló la posibilidad de navegar por el horizonte, el coro gritó: «¡Estás loco! ¡Vas a caer de la Tierra! ¡Hay monstruos marinos!»
Pero ahora, en el siglo XXI, la gente viaja a través de los océanos todos los días. Lo que nuestros antepasados pensaban que eran monstruos marinos son grandes tiburones blancos, ballenas azules y calamares gigantes. Resulta que son sólo otra parte de nuestro entorno natural.
Una vez que la gente se comprometió a descubrir la verdad por sí misma, ya no era mística, era sólo la naturaleza.
Pero debido a que los procesos gubernamentales exigen el secreto cuando se trata de información clasificada, el conocimiento falso sobre los UAP se propaga rápidamente.
Cuantos más conocimientos tenga la gente, mejor podrán dominar sus propios destinos, y no serán rehenes de los monstruos de su imaginación.
Fuente: Luis Elizondo
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